Capitulo III: Mas que un Amigo
El resto del fin de
semana continue viendo a Jennifer, ella se encontraba feliz y contenta
cada ves que me veia, pero a pesar de que yo continue actuando como un
amoroso hermano mayor, me seguia preguntando que haria a futuro, ¿cuanto
mas podria seguir con este juego? ¿Cuanto tardaria en darse cuenta de
la verdad? ¿Y que pasaria cuando la verdad se descubriese? me aterraba
la sola idea de tener que romper el corazon el corazon de tan linda
niña, pero mas aun temia hablar de esto con John, pero no podria
seguirle uyendo al tema por mucho tiempo, el es mi mejor amigo, y pronto
preguntara por la relacion tan sercana con su hermanita, la cual ya no
era la simple relacion de una niña y un amigo de juegos. Pasaron los
días de la semana, el lunes cambio rapido a martes, este a miercoles, y
asi hasta que llego nuevamente el sabado, Jennifer me habia pedido que
fuera, pues seria 11 de Octubre, su cumpleaños. Esa mañana me levante
temprano y sali a la parada del autobus, me dirigi al centro indeciso
por que comprarle, ¿Un peluche? ¿Una muñeca? ¿Que quiere una niña de su
edad para su cumpleaños? tantas preguntas en mi cabeza, no tanto por
compromiso, si no porque yo queria comprarle algo que le gustara, y que
la hiciera feliz, sentia por ella el cariño que se siente por una
hermana menor, y me habia encariñado tanto, que por verla sonreir no me
importaba nada. Finalmente me decidi por una caja de musica muy linda de
una tienda de antiguedades, tocaba una hermosa melodia, la sonata de la
luna de Beethoven, mientras una rosa metalica muy hermosa giraba. La
compre sin importarme gastar mi mesada en ello, la envolvi con el mas
bonito papel de envolver que pude comprar, y le coloque un moño azul,
para convinar con el diseño de bobeda celeste que tenia el papel de
regalo, tome el autobus a casa de John, y sin mas me sente a esperar.
Era la 1:15pm
cuando llegue, habia globos de color azul oscuro en la puerta, señalando
la celebracion, y escuche algunas risas de niños en la parte de atras,
rodee la casa y me dirigi al amplio patio tracero. Ahi habia varios
familiares y amigos de John y Jennifer, todos habian ido a celebrarla,
ella era la concentida de sus tios y abuelos, todos llevaron grandes
regalos e incontables detalles a la niña, siendo mi presente el mas
insignificante. Con el regalo en mano fui a saludar a John y a su madre,
quienes llamaron inmediatamente a Jennifer, quien emocionadisima corrio
a abrazarme:
--¡Que alegria que viniste!- Me dijo en un tono de gran alegria
--¿Como faltaria a tan grande celabracion?- le respondi con una sonrisa
--Ven sigueme- Me dijo mientras alaba mi braso en señal de que la siguiera
--Dame uns egundo- le respondi mientras dejaba el regalo en amnos de John- porfavor cuidalo, vuelvo en un momento
--¿Como faltaria a tan grande celabracion?- le respondi con una sonrisa
--Ven sigueme- Me dijo mientras alaba mi braso en señal de que la siguiera
--Dame uns egundo- le respondi mientras dejaba el regalo en amnos de John- porfavor cuidalo, vuelvo en un momento
Segui a Jennifer, o
mas bien, Jennifer me llevo a donde se encontraban sus amigas y amigos,
que a primera vista se veian aburridos y fastidiados:
--¡Oigan amigos!- grito
para llamar la atencion del grupo de niños- El es mi novio William, de
quien les hable. ¡Les dije que no mentia!- dijo meintras se sujetaba
fuertemente de mi brazo
Obviamente me
encontraba algo confundido y desubicado, solo atine a dar una sonrisa
nerviosa y saludar. Todos me miraron algo cofundidos por ser obviamente
mas alto que todos, y por supuesto, mucho mayor:
--Ya no mientas- dijo una de las niñas con sierto desden- el es un amigo de tu hermano nada mas
--Si-continuo uno de los niños- ¿Que haria el contigo?
--¡El es mi novio!- lo dijo algo molesta, volteo a verme, y con unos ojos de perrito triste me dijo- diles Will, diles que eres mi novio y que yo soy tu novia
--Si-continuo uno de los niños- ¿Que haria el contigo?
--¡El es mi novio!- lo dijo algo molesta, volteo a verme, y con unos ojos de perrito triste me dijo- diles Will, diles que eres mi novio y que yo soy tu novia
Me encontraba
paralisado al no saber que hacer, que decir, o algo, ni una sola idea se
me ocurria, algunos comensaron a reir, a murmurar, y la niña que hablo
primero, una niña algo presumida y concentida dijo:
--¿Que haria alguien
como el contigo? eres una niña infantil que aun cree en el monstruo del
armario y esas cosas de niños, seguramente este solo un jueguito tuyo
Jennifer se pego a
mi camisa y comenzo a llorar mientras juraba que no mentia, me molesto
mucho lo que esa niña dijo, pero mas que nada el hecho de que ellos se
sintieran mejores que ella, y la molestaran por ser aun una niña, siendo
que todos ellos no tenian mas de once años. Puse una rodilla en el
suelo y la rodee con mi brazo, la console y le dije que todo estaria
bien, voletee a ver a esos niños y les dije:
--No es culpa de ella
que ustedes quieran parecer mayores y por ello ya no quieran divertirse,
si solo vienen a molestar a Jennifer y a reirse de ella mejor vayanse a
casa antes de que llame a sus padres- tome en brazos a jennifer y me
lavante cargandole- y con su permiso, pronto partiran el pastel, y mi
novia y yo nos encanta el pastel ¿No es asi, Jenni?
Su rostro se ilumino con una sonrisa, me abrazo y respondio con emocion:
--¡Si! ¡Me encanta el pastel!
--Entonces vamos- dije mientras alsaba un braso apuntando a la mesa del pastel, y caminaba en direccion a el
--Entonces vamos- dije mientras alsaba un braso apuntando a la mesa del pastel, y caminaba en direccion a el
A esos niños ya no
les vi, creo que se habran ido maldiciendo entre dientes, no entiendo su
afan en molestar a otros, pero no iba a dejar que alguien hisiera
llorar de esa manera a la hermanita de mi mejor amigo. Comimos pastel,
cantamos feliz cumpleaños, y jugamos todos esos juegos de cumpleaños de
niños, Jennifer fue infinitamente feliz, y yo con solo verla sonreir me
sentia feliz. Finalmente llego la hora, y me tuve que ir, pero no sin
antes despedirme de mi "pequeña novia", le di un abrazo por su
cumpleaños, y le dije que la veria otro día. Ella estaba muy feliz, no
queria separarse un segundo de mi, pero me tenia que ir, sali por la
puerta, y voltee mientras caminaba por la asera, vi como se asomaba por
la ventana despidiendose, como cuando se despide uno de un ser querido, y
lo ve partir, esperando al día de su regreso. Obviamente no me entere
hasta tiempo despues, pero el regalo que le di, fue su favorito, y por
lo que se, no durmio esa noche por escuchar la melodia.
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